Si tuviéramos que señalar la pieza más importante de un refrigerador o nevera, sin duda alguna elegiríamos el compresor. Este componente es el verdadero motor que hace posible el milagro del frío artificial en nuestros hogares.

Tal como su nombre indica, la función principal del compresor es comprimir el gas refrigerante, aumentando su presión y temperatura. Pero miremos mas a detalle. El compresor succiona el gas refrigerante en estado gaseoso y a baja presión del lado de baja del sistema. Mediante un mecanismo de compresión, ya sea alternativo o rotatorio según el modelo, este gas es comprimido hasta alcanzar una presión y temperatura mucho mayores.

Este gas refrigerante caliente es entonces descargado al condensador, donde se enfría y condensa, liberando el calor absorbido del interior del refrigerador al exterior. Una vez licuado, pasa por la válvula de expansión donde su presión se reduce drásticamente. Al salir de esta válvula, el líquido refrigerante se expansiona y se enfría aún más, absorbiendo calor del interior del refrigerador y provocando el efecto de frío deseado.

Tipos de Compresores

Los compresores vienen en distintos tipos según el mecanismo de compresión que utilizan. Los más comunes son los compresores alternativos o reciprocantes, que funcionan con un sistema de pistón y válvulas similar al de un motor de combustión. Por otro lado, los compresores rotativos utilizan paletas, rodillos o tornillos que giran excéntricamente para comprimir el gas. Estos últimos suelen ser más silenciosos y eficientes.

Compresores Inverter

Una novedad más reciente son los compresores inverter o de velocidad variable. Estos pueden ajustar su velocidad de giro y potencia en función de la demanda de frío, lo que se traduce en un importante ahorro energético sin afectar su capacidad de enfriamiento. sistema utilizado en neveras (Samsung, LG y Haceb)

Tipos de Refrigerante

En cuanto al gas refrigerante, en la actualidad las neveras suelen utilizar gases ecológicos como los hidrocarburos (R600a) o los hidrofluoroalcanos (R134a, R404a, etc). Sin embargo, modelos más antiguos aún funcionan con gases ya en desuso como los hidroclorfluorocarbonados, muy dañinos para la capa de ozono.

El compresor es el cerebro y el músculo que hace girar el ciclo de compresión y expansión del gas refrigerante, creando las condiciones necesarias para que nuestros alimentos se mantengan frescos. Es una pieza clave cuyo correcto mantenimiento y reemplazo cuando llega al final de su vida útil, es esencial para lograr un óptimo rendimiento de nuestras neveras.